El fin de semana de San Valentín, la costa francesa recibió un potente swell, tanto que se hizo muy difícil surfear con seguridad a remada por lo que se hizo necesario el apoyo de motos de agua. El resultado, uno barriles espectaculares.
El fin de semana de San Valentín, la costa francesa recibió un potente swell, tanto que se hizo muy difícil surfear con seguridad a remada por lo que se hizo necesario el apoyo de motos de agua. El resultado, uno barriles espectaculares.